Se define como toda aquella persona que, por su actividad laboral, tiene contacto directo con los alimentos durante su preparación, fabricación, transformación, elaboración, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, venta, suministro y servicio.
Según el Reglamento CE 852/2004, las empresas, a través de sus Planes Formativos, deben asegurarse que los manipuladores de alimentos reciban una formación continuada y periódica en materia de Higiene Alimentaria.
Consiste en analizar qué peligros pueden generarse, determinar las fases donde puedan establecerse Medidas Preventivas y garantizar que los riesgos para la salud han sido eliminados o reducidos a unos niveles aceptables.