Todas las empresas del sector alimentario deberán implantar, de manera obligatoria, una serie de medidas dirigidas a eliminar o minimizar cualquier riesgo alimentario para la salud de los consumidores. Deberá registrarse la presencia de alérgenos en la producción y elaboración de productos alimentarios, establecer criterios para un correcto almacenamiento y control de los suministros, evitar la contaminación cruzada, posibilitar la trazabilidad de los productos y mantener unos niveles de limpieza e higiene adecuados.
En determinadas actividades como la Hostelería y el Comercio de Comidas Preparadas, donde es habitual la elaboración de productos para la alimentación, será necesario usar Fichas de Control donde se identifiquen los ingredientes utilizados, así como los Alérgenos presentes en su composición, todo ello con el fin de llevar un registro que permita su posterior traslado de manera fiel y veraz al Etiquetado y/o Cartelería Informativa utilizada.
En relación al control de los suministros de materias primas y su almacenaje, es fundamental fijar una serie de medidas sencillas y prácticas, que nos permitirán, además de mantener la calidad de los productos, conocer en todo momento su composición y características, pudiendo consultar si contienen o no elementos o sustancias susceptibles de provocar alergias o intolerancias alimentarias. Destacamos las siguientes recomendaciones: